He visto tu entrega amorosa,
que solo una madre cariñosa,
da a sus hijos bondadosa,
con esmero y alegría calurosa.
Madre solo tú que me diste la vida,
llevándome en tu vientre, valiente y decidida,
sin importar estrías, y kilos, hasta mi nacida
cargándome en tu vientre hasta la hora cumplida.
Cuando a tus brazos llegué, te acaparé
olvidando todo dolor y sufrimiento por tu bebé,
ahora he crecido y sé que con nada te pagaré,
toda tu entrega y dedicación, pero me abstendré…
De hacerte enojar, trataré de en algo recompensarte
tanto amor que me supiste dar, amarte…
es lo menos que puedo hacer, bendecirte…
a ti madre querida, llevándote como estandarte.
que solo una madre cariñosa,
da a sus hijos bondadosa,
con esmero y alegría calurosa.
Madre solo tú que me diste la vida,
llevándome en tu vientre, valiente y decidida,
sin importar estrías, y kilos, hasta mi nacida
cargándome en tu vientre hasta la hora cumplida.
Cuando a tus brazos llegué, te acaparé
olvidando todo dolor y sufrimiento por tu bebé,
ahora he crecido y sé que con nada te pagaré,
toda tu entrega y dedicación, pero me abstendré…
De hacerte enojar, trataré de en algo recompensarte
tanto amor que me supiste dar, amarte…
es lo menos que puedo hacer, bendecirte…
a ti madre querida, llevándote como estandarte.
Autor:
María De Lourdes Hermandez Fuentes
Guadalupe, Nuevo León
México
Derechos reservados
Guadalupe, Nuevo León
México
Derechos reservados
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