MI MADRE MÍA AMADA
Mi madre, mi adorada,
sin tu presencia soy nada.
Mi madre, mucho obligado,
por todo lo que me tienes dato.
De la juventud quédate la certeza,
que en la vejez es pura belleza.
Mi madre, mi amada,
tus manos son manos de hada.
Elevo a que los cielos estés conmigo,
salvándome de cualquier peligro.
Mi madre, mi compañera,
eres para mí la mujer primera.
Mi madre, que naciste el día
en que me tuviste, tuya es la alegría,
que conforta mi corazón,
en días y noches de pura soledad.
Mi madre, mi amada,
mi plegaria aquí elevada,
me das de ti tu trozo,
caminando conmigo codo con codo.
Oh, mi madre, más que todo
es el verbo, que no se queda mudo
ante la certeza de amarte
más que el aire que sois respirar.
Jorge Humberto
Gracias amigo Jorge Humberto por su participación
en poesías para el Día de la Madre
en esta comunidad
martes, 11 de mayo de 2010
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